Bien dice el autor que el sistema nacional de salud cuando fue creado y puesto en funcionamiento, gracias a momentos políticos (gobiernos de izquierda) que posibilitaron tal iniciativa desde el Estado. Este fue el caso en Gran Bretaña, como en Venezuela. En consecuencia, el principal (único tal vez) financista era el Estado vía impuestos, rentas mineras etc. Pero el drama es que ese gasto, esa inversión va pesando, tiene un costo en el esquema de las finanzas públicas (?visiòn neoliberal?).
Obviamente al no ser considerado como una inversión, se le ve como un gasto innecesario, si se supone que la salud es un asunto de los individuos, pero se pierde la perspectiva que el Estado debe velar por sus ciudadanos/población.
Pero al final, pareciera que al sumar y restar estas consideraciones no se ven y entonces vienen los ajustes y el recorte de los beneficios sociales, como la salud.
Recordemos que fue precisamente a raíz de la Gripe Española que los países europeos y Estados Unidos empezaron a montar sus sistemas de salud público... pareciera que tienen que haber tragedias para recordarnos porque estas instituciones/inversiones de largo plazo y preventivas son indispensables